La leyenda y el misterio de las brujas siguen vivos entre las gentes de Zugarramurdi que hoy muestran a sus visitantes las cuevas que sirvieron de escenario para las reuniones de brujas y celebración de akelarres. En 1.610, la inquisición procesó a 40 vecinas de Zugarramurdi y condenó a morir en la hoguera a 12 de ellas bajo acusación de brujería. A partir de entonces, Zugarramurdi se asocia a brujas y cuevas, lugar donde tradicionalmente se celebraban dichas reuniones, llamados akelarres.
Estas cuevas, situadas próximas a la frontera con Francia, están formadas por un gran túnel atravesado por el arroyo “infernuko erreka”. Tiene un recorrido de cien metros en su parte baja, con una amplia galería y pequeñas ramificaciones. A un nivel superior están las galerías de Sorgin Leze.
En estas cuevas se representa el Akelarre el sábado anterior a la noche de San Juan.